Las empresas familiares son la base de las economías de la mayoría de los países, y tienen un peso importante en la economía global. Son consideradas la forma más omnipresente de organización empresarial a nivel mundial porque aportar entre el 70% y 90% del PIB mundial. Esos datos no se alejan de la realidad ecuatoriana, donde el 90.8% de las empresas del país son familiares, en muchos casos lideradas por el mismo fundador o familia del mismo que continúan presentes a nivel de la junta de accionistas, directorio, y en algunos casos en la administración de la firma.
La sostenibilidad empresarial, y la capacidad para perdurar en el tiempo al que se enfrentan las empresas familiares son otros de los elementos que impactan a quienes lideran las familias empresarias. Los entornos V.U.C.A. (Volátil, Incierto, Complejo, Ambiguo) han quedado para la historia. Hoy aparecen los entonos BANI o Q.A.N.I (Quebradizo, Ansioso, No Lineal e Incomprensibles) Para lo cual es necesario dirigir los esfuerzos de las empresas hacia la innovación, emprendimiento, la investigación, el desarrollo, la renovación de nuevos productos, con nuevos estándares especialmente los asociados a las tecnologías exponenciales.
En este sentido, la UEES, mediante su Centro de Investigaciones (CIN), la Unidad de Estudios y Desarrollo de Empresas Familiares, la Institución de Empresas Familiares de España, el Banco del Pacífico y la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros llevan a cabo el estudio “La Empresa Familiar en el Ecuador”.
Dentro de los principales hallazgos obtenidos en esta sección se encuentran que, según datos de la Super Intendencia de Compañías del año 2018, las empresas familiares representan el 91% del total de empresas privadas formales de la economía ecuatoriana. Además, también se revela que el aporte de las empresas familiares al VAB de la economía ecuatoriana es de aproximadamente del 40%. Así mismo, las empresas familiares aportan con más del 90% en cuanto a cantidad de empleados. Esto confirma la premisa de que las empresas familiares son la un pilar fundamental de la economía de un país. A nivel sectorial la industria manufacturera es la que tiene mayor aporte al VAB total de la economía. Sin embargo, el sector que tiene mayor participación de las empresas familiares es el de comercio.
El estudio también permite tomar una “Radiografia Empresarial” con una muestra de 641 entrevistas dentro de las 6 ciudades principales del país. Los hallazgos que más destacan en esta sección muestran que en el caso ecuatoriano la mayor parte (94,9%) de las empresas familiares entrevistadas se encuentran en el sector de las MIPYMES, y con una trayectoria de alrededor de 20 años. Respecto al administrador de la empresa solamente el 34,9% de los administradores de las empresas eran mujeres; el 25,9% tenía entre uno a cinco años en el cargo y el 76,8% era parte de la familia propietaria de la empresa. La mayor parte de las empresas familiares únicamente cuentan con órganos de gobierno convencionales: Junta de Accionistas (97,3%), Directorio (55,9%) y Equipo Directivo (37.9%); en tanto con Consejo Familiar y Asamblea Familiar solo cuentan el 22,2% y 12% respectivamente. Respecto a las reglas y protocolos familiares el 12,9% de empresas cuentan con este documento y el 87,1% no cuenta con el mismo, de este último grupo destacan que el 54,6% no tiene un protocolo familiar porque no lo considera necesario. De lo relacionado a la sucesión el 85% no cuenta con un plan de sucesión por escrito, únicamente el 9,4% posee dicho documento.
La percepción sobre si le favorece o no a las empresas ser de carácter familiar, se encuentra en su mayoría (84,7%) de acuerdo a que es favorable caracterizarse como empresa familiar, señalando la confianza entre los miembros de la familia, autonomía en toma de decisiones y la facilidad de llegar a acuerdos como sus principales razones.
Las empresas familiares en el Ecuador merecen tratamiento especial, pues tienen conflictos y sistemas de gestión particulares que van más allá de la dimensión financiera de un negocio. Por lo tanto, analizar y modelar el comportamiento no financiero, como la riqueza socioemocional de las familias propietarias, que según la revisión de la literatura y los datos del estudio son factores muy relevantes que impulsa la empresa familiar.
César Espinoza, Director de las maestrías de Negocios.
