Contar la historia de cada árbol, arbusto y planta que forma parte del Parque Histórico de Guayaquil fue lo que motivó a las autoras Natalia Molina, Naskia Morán y Marcia Fabra a realizar una obra que captura el espíritu y la dedicación invertidos en el proyecto de restauración del bosque seco en el Parque Histórico Guayaquil. Con el apoyo del Centro de Investigaciones de la Universidad Espíritu Santo, se pudo documentar el esfuerzo de reforestación que comenzó en 1999 con la siembra de las primeras semillas.
Natalia Molina, docente e investigadora de la UEES, comentó que “el libro es una herramienta que servirá como guía para quienes se dedican al turismo, docentes y amantes de la naturaleza. Las páginas de este libro se convierten en un testimonio vivo de cómo la naturaleza y la historia pueden coexistir en perfecta armonía”.
La realización del ejemplar tardó 5 años en los que se registraron 722 individuos que se clasificaron en 60 especies vegetales nativas, endémicas e introducidas.
“Este libro es un tributo a todos los individuos que han contribuido a este proyecto a lo largo de los años, así como un recurso valioso para aquellos que deseen explorar y comprender la riqueza del Bosque Seco del Parque Histórico Guayaquil”, señaló Molina.
Con el lanzamiento de “Árboles del Bosque Seco del Parque Histórico Guayaquil”, las autoras y el Centro de Investigaciones de la Universidad Espíritu Santo invitan al público a embarcarse en un viaje fascinante a través del tiempo y la naturaleza, celebrando el poder de la restauración y la preservación.
En la foto: René Ramírez, docente UEES; Naskia Morán, bióloga y autora; Natalia Molina, investigadora UEES y autora, José Andrés Kronfle, representante Parque Histórico Guayaquil; Ángela Cevallos, estudiante UEES.