La Universidad Espíritu Santo (UEES), a través de su Escuela de Gobierno, realizó la conferencia “El rol de ALADI en la innovación para el comercio regional”, dictada por Sergio Abreu, abogado y político uruguayo que actualmente es Secretario General de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI).
En el encuentro, el exsenador de la República de Uruguay ofreció una mirada crítica y realista sobre el contexto actual del comercio regional en América Latina. Señaló que, a pesar de los discursos históricos de integración inspirados en figuras como Bolívar y San Martín, la región enfrenta una fragmentación profunda. Además, advirtió sobre los desafíos que impone el escenario global y una creciente irrelevancia de los países pequeños en un mundo donde predominan las asimetrías de poder.
“Es un tema muy actual porque, mientras algunos pretenden encerrarse en modelos que no funcionan, nuestros países necesitan integrarse más, conectarse más, si queremos competir en el mundo y sacar adelante nuestras economías”, señaló Carlos Ortega Maldonado, Canciller de la UEES.
Ante este panorama, Abreu propuso tres ejes de acción clave para fortalecer la integración regional desde ALADI: impulsar el comercio intrarregional, avanzar en la convergencia regulatoria y la facilitación del comercio, y mejorar la infraestructura y logística.
“La guerra no solo es arancelaria, es una guerra arancelaria, comercial, financiera, tecnológica. Y tenemos que saber nosotros dónde estamos parados”, destacó el ponente.
“No se puede pensar con la cabeza del siglo XX los problemas del siglo XXI. No se puede fragmentar a los países por razones ideológicas o lo que fuere, cuando el tema es mucho más importante y está vinculado con el nuevo esquema del equilibrio de poder”, sentenció Abreu.
Finalmente, Abreu enfatizó que el subdesarrollo en América Latina no es solo económico, sino principalmente político, marcado por la fragmentación, el cortoplacismo y la falta de visión común. Instó a los gobiernos a superar discursos vacíos y apostar por políticas públicas inclusivas y sostenidas en el tiempo, que promuevan la integración efectiva y la transformación productiva de la región. Además, concluyó que el futuro de América Latina dependerá de su capacidad para cooperar, innovar y asumir la responsabilidad de su propio destino.