Fatiga extrema, bajo rendimiento laboral, pérdida de concentración y memoria, entre otros síntomas, podrían ser señales del Long COVID, una condición que afecta entre el 10 % y el 35 % de las personas contagiadas y que puede manifestarse con más de 200 síntomas distintos. Con el propósito de comprender mejor esta enfermedad y fortalecer su abordaje clínico, la Universidad Espíritu Santo (UEES) y la University of Miami realizaron un conversatorio con especialistas nacionales e internacionales.
“El médico general no puede abordar solo este tipo de paciente; se requiere del apoyo del terapista físico, del neumólogo, del neurólogo y del cardiólogo”, señaló Leonardo Tamariz, especialista en Medicina Interna de la University of Miami.
Por su parte, el neumólogo Iván Cherrez explicó que “pacientes que no se pueden mantener de pie mucho tiempo porque se marean, se les baja la presión o presentan trastornos digestivos frecuentes, podrían estar padeciendo Long COVID”.
En el ámbito neurológico, la “niebla mental” y los trastornos del sueño son también motivo de preocupación. “Si no llegamos a los estadios profundos del sueño, acumulamos proteínas anómalas asociadas al Alzheimer. No hablamos de algo inmediato, pero si no dormimos bien durante años, podríamos estar más expuestos a desarrollarlo”, añadió Guillermo Intriago, neurólogo.
En el marco de este encuentro en la UEESCLINIC se creó la Unidad de Long COVID, un espacio pionero en el país dedicado a la atención integral de pacientes con síntomas persistentes posteriores a la infección por COVID-19. En cooperacion con University of Miami, esta iniciativa busca investigar la enfermedad en profundidad y mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.