Este libro es el resultado de una profunda reflexión sobre la pertinencia de definir a la educación superior como un bien publico social, tal como lo señala la Ley Orgánica de Educación Superior. En el análisis es preciso considerar que, para el 2010, año en el cual se expidió esta ley, el sistema de educación superior había pasado por un proceso de depuración y replanteamiento de la política pública implementada desde 1998, cuando se viabilizaba la creación de nuevas universidades y escuelas politécnicas particulares. Para entender este panorama, se realiza un estudio sobre los resultados de los indicadores de cobertura, pertinencia, equidad y eficiencia de la educación superior entre los años 1990 y 2010.
A lo largo de toda la obra se recalca la importancia de una educación superior de calidad para el perfeccionamiento del saber hacer que garantice altos niveles de desarrollo, y se demuestra que los beneficios de la educación superior sobrepasan a las personas involucradas en el proceso.
El libro también incluye un breve análisis respecto de los principios que rigen el sistema de educación superior para concluir que, un Estado de personas educadas, posibilita la construcción de una sociedad libre conformada por seres más humanos, con mayor conciencia colectiva y con un menor relacionamiento entre individuos, organizaciones y grupos sociales.