La pandemia COVID-19 más allá de la crisis global que ha conllevado a la humanidad, ha permitido crear diferentes formas de trabajar y nuevos mecanismos para desarrollar tecnología, producción, logística, marketing, entre otros…, acelerando el proceso de innovación, desarrollo, investigación (también llamado grupos I+D+I). Ha sido un tiempo donde se ha aprendido a trabajar de manera distinta y fomentar la modalidad del Teletrabajo, herramienta que han venido implementando a través del modelo -home office- algunas empresas multinacionales desde años atrás, los resultados generan eficiencia operativa en diversas áreas, siendo esta forma de trabajar parte de un intercambio cultural y liderazgo influenciador.
La pandemia COVID-19, la globalización y la competitividad, obliga a que el sector empresarial esté continuamente buscando nuevas formas de ganar eficiencia y productividad, y la adaptación rápida a los cambios genera un efecto positivo en la rentabilidad de las operaciones y la permanencia de las empresas a corto y mediano plazo; así como contar con mano de obra calificada y libre de enfermedades laborales es una de las prioridades y mejores estrategias empresariales, siendo para ello indispensable que los empresarios implementen programas de seguridad y salud ocupacional que vayan más allá de sólo cumplir con los requisitos legales y planes de bioseguridad. El sector empresarial se ve en la necesidad de fortalecer dichos programas para proporcionar a sus colaboradores ambientes de trabajo seguros y saludables, lo que contribuye a que esta área de seguridad y salud ocupacional sea una protagonista muy importante de todo el eslabón de la cadena productiva.
Esta nueva forma de trabajar y la búsqueda de espacios de trabajo seguros y saludables hace que los profesionales a cargo de esta área estén altamente capacitados y posean las herramientas técnicas para implementar, mantener y mejorar continuamente los programas de prevención de riesgos laborales, y desarrollar habilidades de liderazgo que vayan en línea con los nuevos cambios empresariales que se están dando en los actuales momentos. La pandemia, la crisis económica, la falta de empleo, la inestabilidad laboral también ha generado otro riesgo como lo es la afectación negativa a salud mental en los trabajadores, el área de seguridad y salud ocupacional deberá actuar y accionar planes que busquen eliminar o reducir los niveles de riesgos psicosociales a los que están expuestos.
Las organizaciones deberán analizar y realizar una reestructuración de planes generales, así como los de contingencia, ya que en los actuales tiempos se está trabajando con cierto grado de incertidumbre, y no se sabe qué puede suceder con la pandemia en los próximos años o frente a qué posibles emergencias habría exposición. La pandemia COVID-19, ha conducido a desafíos empresariales y traído gran enfoque a la bioseguridad, siendo descuidado otros peligros latentes como lo es el terremoto que ocurrió el sábado 16 de abril del año 2016, donde se evidenció que el país no está preparado para este tipo de emergencias y que desde esa fecha se ha venido trabajando en planes de emergencias, lo que se suspendió por atender la emergencia sanitaria actual que el mundo está afrontando.
Las organizaciones están expuestas a varias situaciones de peligro, es indispensable estar preparadas a los diversos escenarios que se podrían materializar, el área de seguridad y salud ocupacional va más allá de evitar accidentes y reducir el ausentismo laboral. La labor de la Alta gerencia es clave para proporcionar todos los recursos necesarios para la prevención y actuar de manera rápida, eficaz y oportuna.
Sergio Núñez, Ph.D.
Docente de la Maestría en Seguridad y Salud Ocupacional – Modalidad Online