Más de cien músicos del mundo llegaron a Ecuador para el Festival Internacional de Orquestas.
El Festival Internacional de Orquestas “Cuerdas que unen, vidas que sanan” abrió sus puertas en la Universidad Espíritu Santo (UEES), donde más de cien músicos procedentes de diez países protagonizaron jornadas de ensayos, clases magistrales y conciertos que celebran el poder de la música como un lenguaje capaz de unir culturas y sanar corazones.
El encuentro, organizado por la Facultad de Humanidades de la UEES y la Academia de Música De Sol a Sol, reunió a orquestas de Perú, Ecuador, México, Panamá, Estados Unidos y Cuba en una agenda que se desarrolló desde el 20 hasta el 23 de noviembre. Entre las actividades centrales destacan los recitales de solistas que cada noche abrió sus puertas al público.
El festival culminó con la esperada Gala de Clausura, donde jóvenes talentos interpretaron obras clásicas y latinoamericanas junto a invitados internacionales. Entre ellos figura el pianista mexicano Mateo Castañeda, considerado uno de los virtuosos más prometedores de Latinoamérica.
Paralelamente, se desarrolló el Concurso Internacional “Rubén Terteryan In Memoriam”, que rindió homenaje al maestro armenio y reunió a participantes de Estados Unidos, España, Cuba, Colombia, México, Argentina, Perú, Venezuela y Ecuador, en categorías que abarcaron desde los 8 hasta los 18 años. Los principales ganadores fueron: Giordano Salvatore, Mateo Pelegrín y Marcos Villafruela.
Para Hasmik Terteryan, directora de la Escuela de Artes de la UEES y jurado del certamen, el encuentro resume la esencia del proyecto: “Cuando las cuerdas vibran juntas, las fronteras desaparecen”.
Desde Perú, Rafael Reyes, director de la RR Academy de Lima, destaca el impacto formativo del festival: “Aquí la música nos recuerda que los pueblos se unen cuando sus jóvenes tocan al mismo ritmo. Yo creo que el poder transformador de la música es tal que se evidencia en la alegría y en la sonrisa de todos los los niños que vienen de distintas partes de Latinoamérica y Ecuador”.
Yesenia Rodríguez, directora de la Academia De Sol a Sol, subraya la magnitud del evento: “Es el único festival de orquesta que ha reunido a 10 naciones para hacer algo mágico y maravilloso en este país que lo necesita tanto. Este festival demuestra el talento que florece cuando compartimos conocimiento”.




